Esta imagen captura la esencia del proceso creativo de Inge, donde el arte se convierte en un puente entre la introspección y el compartir. Momentos como este son la chispa de la creatividad, instantes de calma donde la mente se sumerge en el trazo, pero también se entrelaza con la conexión más genuina: la de compartir con el alma.

El dibujo aquí no es solo una técnica, sino un lenguaje silencioso que fluye entre generaciones, un espacio donde la sensibilidad y la imaginación se encuentran sin palabras. Es en estas pausas, en la complicidad de crear juntos, donde nacen las ilustraciones que llevan consigo más que color y forma: llevan historias, emociones y fragmentos de vida.
Back to Top